La Comisión de Patrimonio Cultural de Zaragoza, en sesión celebrada el pasado mes de noviembre de 2018, informó favorablemente el Plan Director del «Castillo de los Luna» en Mesones de Isuela (Zaragoza). Este castillo fue declarado Bien de Interés Cultural en 1931, mediante Decreto de 3 de junio de 1931 del Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes (Gaceta de 4 de junio de 1931), y la Orden de 30 de septiembre de 2002 (BOA nº 126, de 23 de octubre de 2002), del Departamento de Cultura y Turismo, completó aquella declaración originaria y conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, de 10 de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés, se delimitó el denominado “Castillo de los Luna” en Mesones de Isuela (Zaragoza) y su entorno de protección.
Resultado del concurso convocado en noviembre de 2017, la Dirección General de Cultura y Patrimonio del Departamento de Educación, Cultura y Deporte encargó la redacción del PLAN DIRECTOR DEL CASTILLO DE LOS LUNA EN MESONES DE ISUELA (ZARAGOZA), a la propuesta presentada por CEROUNO ARQUITECTOS SCP. Como resultado de dicho concurso, se encargó la redacción del Plan Director al equipo dirigido por Pablo de la Cal Nicolás, Arquitecto (CEROUNO ARQUITECTOS SCP), que ha estado integrado por los siguientes profesionales: Gabriel Oliván Bascones, Arquitecto; José Antonio Alfaro Lera, Arquitecto; Carlos Labarta Aizpún, Doctor Arquitecto; José Javier Corzán Serrano, Arquitecto y Arquitecto Técnico; Javier Hernando Labella, Arquitecto y Arquitecto Técnico; David Cerezo Zanuel, Arquitecto y Arquitecto Técnico; Sergio Latre Palacios, Arquitecto y Arquitecto Técnico; E. Javier Ibáñez González, Doctor en Historia y Arqueólogo; José F. Casabona Sebastián, Historiador del Arte; Encarna Ripollés Adelantado, Restauradora; y Mercedes Núñez Motilva, Restauradora.
El trabajo ha sido dirigido por Fernando
López Barrena (Jefe de Servicio de Conservación y Restauración de Patrimonio
Cultural, Dirección General de Cultura y Patrimonio del Departamento de Educación,
Cultura y Deporte) y los técnicos Elena Tabuenca, Miguel Andrés Pérez, Marisa
Díez, Raquel Ornat (Arqueóloga) y Esther Escartín (Restauradora), de la
Dirección General de Cultura y Patrimonio.
El «Castillo de los Luna» es propiedad del
Ayuntamiento de Mesones de Isuela (277 habitantes en 2017), perteneciente a la Comarca
del Aranda (Zaragoza). El castillo ocupa el cerro a cuyos pies se encuentra el
caserío, en la margen izquierda del río Isuela (tributario izquierdo del
Aranda). Esta elevación se encuentra en el extremo Suroriental de las Peñas de
la Solana, una pequeña sierrecilla que sirve de interfluvio entre el Isuela y
el barranco de Andacón. Esta elevación es una cumbre artificialmente aplanada,
separada del resto de la sierrecilla por el Collado del Castillo. El pueblo de
Mesones de Isuela está emplazado en la ladera del castillo, y la imponente mole
del castillo predomina todas las visuales de las calles y espacios abiertos del
pueblo., de manera que sus torreones cilíndricos forman parte indisoluble del
paisaje urbano del núcleo.
Dadas
sus buenas cualidades estratégico-defensivas, su ubicación junto al camino
natural del Isuela y las potencialidades agrícolas de su entorno, el castillo
presenta varias fases de ocupación:
-
Fortificación
islámica, de la que solo se tiene constancia fiable por materiales
arqueológicos.
-
Primer
Castillo medieval cristiano, con materiales del siglo XIII, de la que solo se
tiene constancia por algunos rellenos de escombros y por estructuras de la
misma integradas en la fábrica actual, así como por otras evidencias
conservadas en la fachada septentrional, que podrían corresponder a esta etapa.
-
Segundo
Castillo bajomedieval cristiano o "Castillo-palacio gótico",
construido mayoritariamente entre 1363 y 1382, aunque se identifican obras que
podrían corresponder a la primera mitad del siglo XV e incluso posteriores. Es
posible que el castillo-palacio fuera escasamente utilizado a partir de esas
fechas, iniciándose un expolio parcial en el siglo XVII.
-
Ermita
de la Virgen de los Ángeles, instalada en la antigua capilla del castillo entre
1680 y 1692 y que aún permanece en culto. En esas fechas y posteriores, el resto
del castillo es utilizado para alojamiento temporal de transeúntes y para
expolio de maderas y piedra. Durante la Primera Guerra Carlista se plantea su
demolición o refortificación, no llevándose a efecto.
Parece
evidente que el que podríamos nominar castillo de D. Lope Fernández de Luna, se
construyó sobre una fortaleza anterior, incorporando partes de la misma a la
nueva fábrica. Este palacio pudo quedar
inconcluso, en lo que a su ambicioso plan inicial se refiere; la muerte del
prelado y el paso de Mesones a un señoría de mayor entidad limitaría el interés
del nuevo propietario en aportar recursos para una obra tan ambiciosa, que, por
otra parte, ya había concluido sus elementos fundamentales, tanto en lo
residencial como en lo militar.
En
modo alguno este cambio de circunstancias implica el abandono inmediato del
edificio, ni la falta de atención hacia el mismo. Los materiales arqueológicos
sugieren la utilización del edificio de manera continuada; y también la
realización de obras de una cierta importancia, como es el caso de la galería
meridional en ladrillo. Además de desempeñar la función de castillo señorial en
un periodo en el que las relaciones entre la nobleza distaban mucho de ser
cordiales, resulta evidente el papel de Mesones como fortaleza frente a
Castilla. Es por ello que su función militar no desapareció hasta la unión
dinástica de las coronas de Aragón y Castilla.
El
castillo, vistas las referencias documentales y el estudio de paramentos, se
ejecuta en su configuración actual en un periodo que iría entre 1363 y la
muerte del arzobispo (1382), quedando así ampliado el lapso cronológico de la
construcción; lo que no excluye cambios conceptuales a lo largo de la misma,
así como las intervenciones posteriores, como la referida galería. La
transición hacia un castillo-palacio pudo realizarse en ese proceso, como
consecuencia del poder y posición del promotor de la obra.
La
construcción de la ermita en la segunda mitad del siglo XVII, confirmaría una
sustancial pérdida de funciones originales, que también se evidencian en la
reutilización de materiales constructivos procedentes del castillo.
El
encuadre tipológico del sistema defensivo parece una clara recepción de los
modelos desarrollados en Europa. No en vano, Aragón vivía un periodo de “apertura
exterior” gracias a su presencia mediterránea y en el sur de Francia, y a la
participación en la escena política internacional (Papa Luna, Juan Fernández de
Heredia, como Gran Maestre sanjuanista…), o la propia internacionalización del
conflicto con Castilla.
Desde
mediados del siglo XX se inicia una etapa de recuperación de la fortaleza, que
compagina con un moderado uso turístico con el culto puntual de la ermita de
Nuestra Señora de los Ángeles.
Con carácter general, el castillo de Mesones
de Isuela fue ejecutado con una técnica depurada, y la calidad general y
precisión en la construcción se manifiesta en muchos detalles constructivos.
Sin embargo, debido a que la construcción quedó incompleta, o a que muchos
elementos estructurales han sido desprendidos de la fábrica original, dejando a
ésta en unas condiciones de indefensión y debilidad muy importantes, las
fábricas de mampostería de piedra manifiestas deficiencias importantes en
algunos elementos. Se han identificado importantes deficiencias, tales como
desprendimientos en la parte superior de algunos muros, ausencia de elementos
clave en la estructura de huecos y muros provocados por expolio de arcos y
cabeceros, grietas y fisuras considerables en algunos torreones, humedades en
la base de algunos torreones y muros debido a un deficiente drenaje en la parte
interior de la fortaleza, etc.
El «Castillo de los Luna» en Mesones de
Isuela (Zaragoza) es una de las fortalezas medievales de mayor interés que se
conservan en Aragón. Su excepcional dimensión y la calidad arquitectónica que
atesoran los restos que han pervivido hasta hoy son muy destacables. Su
construcción con muros de piedra sillar de excepcional calidad, con elementos
arquitectónicos realmente sobresalientes (torreones cilíndricos con bases
peraltadas asentadas sobre los escarpes rocosos, con estancias interiores de
planta cuadrada, pentagonal o hexagonal, y con escaleras interiores construidas
en el interior de los muros de los torreones, sitúan esta obra defensiva y
residencial como una construcción que estaba a la altura de las mejores
fortalezas que se construían en otros países vecinos que tenían relación
entonces con la Corona de Aragón.
Una buena parte de las estancias del castillo
se encuentran incompletas y sin techumbre, y en algunos casos, nunca llegaron a
completarse. Este carácter de fortaleza medieval, de construcción pétrea
apoyada directamente sobre un promontorio de piedra caliza, descarnado, que
manifiesta de manera completamente sincera el apoyo de los muros de sillería
sobre asientos tallados en la roca natural, debe ser preservado. También el
carácter de construcción inacabada, o fuertemente alterada por el expolio de
algunos muros, dado que no existe ninguna información sobre cómo podía estar
resuelto los muros que existían entre los dos patios actuales (el muro que
cerraba el Castillo I, identificado en la aproximación cronológico-histórica
del Plan Director).
La restauración del castillo debe ir
encaminada, por un lado a subsanar y corregir aquellos defectos de carácter
estructural que han sido identificados en el Plan Director, y por otro lado, a
completar la información existente sobre el castillo acometiendo unas
excavaciones arqueológicas en el subsuelo del interior del castillo que aún no
se ha realizado con la ambición que este castillo requiere.
A pesar de ser uno de los castillos
importantes de Aragón y de su brillante ejecución arquitectónica, sin embargo
el castillo de los Luna de Mesones de Isuela es escasamente conocido por la
población cercana a Mesones (con tan solo 2.000 visitas en el año 2017). Sin
embargo, tiene un enorme potencial de convertirse en un elemento dinamizador
del turismo en el valle del Isuela (actualmente apenas posee actividad
relacionada con el sector turismo) y en la comarca del Aranda en general. Está
muy próximo a Zaragoza (70
kilómetros), está muy próximo a la Autovía de Aragón
(con salida desde Morata de Jalón, y a una distancia de Morata de 25 kilómetros) y la
carretera de acceso desde la Autovía es aceptable, si bien en la actualidad
debe recorrer la travesía de Chodes, a través de la interesantísima plaza
octogonal de Chodes (si bien está planteándose la construcción de una variante
en este núcleo).
Su entorno paisajístico es de una calidad
considerable, amplias vegas y suaves horizontes, con el Moncayo a un lado y la
sierra de Vicort al otro. En su entorno pueden realizarse algunos interesantes
paseos que pueden completar la visita. El cierzo persistente en el núcleo es un
factor poco conveniente para las actividades turísticas.
En la actualidad hay un buen número de
estancias del castillo que no se visitan (los aljibes situados en el subsuelo,
la cripta bajo el altar de la Ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, el paseo
completo de los adarves, incorporando la planta primera del torreón noroeste,
la entrada elevada al castillo desde la fachada oeste por medio de una escalera
y una plataforma de madera previa, y el castillo no posee ningún recurso
expositivo, y la dotación existente de información y aseos es en la actualidad
insuficiente y nada apropiada (caseta de madera en la fachada este). El
interesante recorrido por la fachada norte, en la que puede apreciarse con
rotundidad los muros y torreones más inexpugnables de la fortaleza así como
restos de las fortalezas previas al castillo que hoy conocemos, no se visita.
El recorrido del sendero natural del barranco de Andacón, que ofrece unas
panorámicas interesantísimas del castillo y del promontorio rocoso en el que se
asienta, no es conocido ni promocionado, y ni siquiera está señalizado. No
existe un aparcamiento adecuado, y tampoco existe una señalización adecuada, ni
mucho menos se ha pensado en una campaña promocional específica que sea capaz
de dotar de imagen para hacer del castillo un destino turístico de primer orden
en Aragón.
Las actuaciones diseñadas en el Plan Director
del castillo de Mesones de Isuela persiguen en un primer momento garantizar la
conservación del Bien de Interés Cultural y los valores que existen también en
su entorno de protección. Pero al mismo tiempo, se diseña un conjunto de
acciones que, de llevarse a cabo de manera coordinada y con criterios de
calidad, se considera que el castillo de los Luna estará en posición de poder
situarse en un escenario de visitas similares al de otros castillos de
poblaciones pequeñas en Aragón, y se plantea el objetivo de 20.000 visitas
anuales, cifra que se considera realista en un escenario temporal medio, una
vez se llegue a la Fase cuarta descrita en el presente Plan Director.
El presente Plan Director es el documento que
debe guiar la intervención en los próximos años en el «Castillo de los Luna» en
Mesones de Isuela (Zaragoza), pero al mismo tiempo se redacta con la intención
catalizar e impulsar una urgente dinamización cultural y económica en el valle
del Isuela y en la Comarca del Aranda.