La Torre de Oto es un edificio defensivo construido a finales del siglo XV situado en lo alto de una peña, dominando los valles de Broto y Yosa.
Esta Torre, que nació con una función militar, se ha rehabilitado ahora para albergar una original vivienda de turismo rural. En la planta baja está la cocina y un aseo. En la primera, el cuarto de estar. En la segunda, el dormitorio con cama de matrimonio y baño completo con ducha. En la última planta las dos camas y baño completo también con ducha.
El edificio, a pesar de tener una obra de fábrica de piedra muy bien trabajada presentaba unas grietas que recorrían de arriba abajo varias de sus fachadas, y en los últimos años la cubierta había llegado a un proceso de deterioro y hundimiento que ponía en peligro la estabilidad y permanencia de toda la construcción. Por ello, la intervención estructural se concentró en la construcción de un zuncho de hormigón perimetral en la coronación de la Torre, y en la restauración de la estructura de madera de la cubierta, sustituyendo algunos de los maderos más dañados. Se modificaron algunos huecos, para otorgar homogeneidad al conjunto, ya que en el transcurso de la historia se había abierto una puerta en planta baja, y una ventana que abría al palomar de la cubierta con una estética muy alejada de la que poseía la construcción defensiva original.
Pero el mérito de la rehabilitación ha estado principalmente en la ejecución artesana de los albañiles Pedro y Toño, y en el trabajo cuidadoso de sus propietarios, Jose Mari y Elena, que han llevado a cabo una delicada restauración de puertas, ventanas, mobiliario, y todo el conjunto de detalles que conforman la vivienda.